Inspirada en el ídolo que le puso melodía a esta hermosa frase, empiezo mi tesis sobre relaciones de pareja. Basada en suposiciones propias y experiencias de terceros.
Es muy difícil pensar en elegir o conocer una persona con la que quieras pasar el resto de tu vida. ¿Quien se aguanta cincuenta o sesenta años al lado de alguien mas ademas de uno mismo? Ya suficiente con tener que lidiar con la vida de uno para ademas formar una vida de a dos y llevarla adelante. No creo que sea imposible, porque conozco gente que lo ha logrado, pero el caso es que yo no creo ser una persona capacitada para algo así.
Es difícil también, pensar que la próxima relación que tenga se va a terminar. Y si se va a terminar, ¿para que empezarla?. Tampoco podría esperar toda la vida o gran parte de ella a que aparezca esa persona con la que se supone que puedo pasar el resto de mi vida porque no creo que haya una persona destinada para cada uno. Necesitamos diferentes clases de seres en cada etapa de nuestra vida y me parece completamente egoísta pensar que tenemos que encontrar una persona que sea buen marido, buen padre y buen amante, porque en todo caso nosotros deberíamos ser iguales y no creo que exista ser tan perfecto que habite esta tierra.
Creo en la teoría que dice que las personas cambian, así que aunque en un principio alguien pueda ocupar de la mejor manera los 3 roles, estoy casi segura que puede llegar a perder alguno después de un tiempo o empezar a desempeñarlo sin tantas ganas y perder la ganas, es como perder la nafta que hace que el auto arranque.
Me cuesta entender que haya gente que crea que la relación que tiene con alguien a los 17 años pueda durar toda la vida. Quiero decir, ¿que tan poca aventura, curiosidad o excitación por el mundo te recorre las venas que no queres conocer otros cuerpos o almas ademas de esa de la que estas "enamorada" en ese momento? Me desespera pensar que alguna vez pueda pasar por algo así. Lo dudo mucho, porque mi manera de calcular y recalcular las cosas no me permitiría ni siquiera acercarme a algo parecido. Pero dicen que el amor ciega y tengo algo que es que creo mucho en las cosas que "se dicen".
Si metemos a un tercero en cuestión, se complica mas todavía. Porque, ¿como elegís a ese alguien a quien quieras confiarle el plan de traer a otro ser humano a este mundo? ¿como te aseguras que esa persona va a hacer todo lo que tiene que hacer en el rol que le toca desempeñar en la tarea? No hay forma de descifrarlo. No hay forma de predecir lo que va a pasar y eso es lo que mas me inquieta. Me gusta no saber que va a pasar, pero no me gusta saber que lo que pueda pasar, puede ser tanto bueno como malo. Le tengo miedo a la maldad. La detesto y amaría un mundo en la que no existiese. Peor que la maldad es la maldad sin intención. Que se produce sin planearla, y es la que mas cuesta superar.
Da la impresión de que no creo en el amor. Pero no es así. No creo en el amor que nos inventan cuando somos chicos o en ese que se muestra en las películas. O ese amor idiota que nos pega en la adolescencia. No creo en el amor que fantasía. No creo en el "verdadero amor" de los cuentos. No creo en el "felices para siempre". Ese es el asunto. ¿Cuando es siempre? Según el diccionario, la definición para siempre es: "En cualquier momento del tiempo, sin interrupción; se puede referir a la totalidad del tiempo o a la totalidad del tiempo considerado." Me gusto la parte de tiempo considerado, porque me gusta pensar que puedo tener una relación que dure diez años y ese "siempre" que duro diez años, no me molesta. El siempre infinito es el que no me gusta. El infinito no me gusta. Y es curioso que siempre que tengo una lapicera en la mano dibujo un infinito en algún lugar o mismo usando mi dedo para dibujarlo imaginariamente sobre cualquier superficie. También se podría leer como un ocho acostado y hasta preferiría que sea así, pero es otra cosa que no se.