Me encantaría poder decir que no me acuerdo en que momento cambio tanto todo. Cuando deje de ser la chiquitina que se preocupaba por hacer la tarea para que no la reten las maestras o esa que todos los días inventaba nuevas técnicas de tejido, bordado, amasado, moldeado o recortado para hacer esas manualidades que se contaban como el mejor adorno que iba a tener la casa y el mejor regalo de la semana que le podía dar a mamá, y que cada una se iba superando, porque una iba a ser mejor que la otra y la otra y la otra. Pero nunca llegaban a mas del 80% del trabajo total, por ende, terminaban siendo "porquerías" sin terminar, esparcidas por toda la casa, sin ningún fin concreto o uso útil. Las que llegaron a estrenarse, viven hasta el día de hoy en algún estante, caja o cajón. El resto, habrá terminado en un basurero o con mucha suerte, en manos de algún niñito que tuvo que revolver la basura que salio de mi casa ese día...
Que simple, pero que complicada se siente la vida cuando uno tiene 8 años. No sabemos exactamente el significado de la palabra "preocupación" pero como la estamos aprendiendo, nos gusta usarla para decir que "nos preocupa" que Fulanita o Menganita se enoje porque no le prestamos un marcador que justo estábamos usando. Y estoy hablando explicitamente de la vida que me toco vivir a mi, que nunca me falto nada y que realmente nunca tuve grandes cosas por las que preocuparme.
La verdad es que siempre me gusto el drama. Bueno, gustar... es una forma de decir. Reformulando, siempre fui muy propicia a participar de situaciones dramáticas (sí, así me gusta mas). Muchos dirían que por eso, bien podría ser muy buena actriz. Pero eso es mentira, porque si veía o veo todo como un drama es porque lo siento así, no porque invento algún tipo de plan macabro en mi cabeza en donde quiero probar como reacciona la gente ante mis llantos, mis gritos o mis histerias.
Mis últimos años de vida consciente, creciente y cambiante, noto una mejoría en estas cuestiones y ahora se lo puede llamar "exagerar" en lugar de dramatizar. Pero, que seria de la vida sino exageramos? Cada uno exagera lo que le parece, y lo que a uno le puede parece exagerado, al otro no, y en realidad uno no se da cuenta cuando exagera, sino que las cosas que uno hace o dice se ven exageradas a los ojos del otro y si el otro nunca nos dice que le parece que exageramos, nunca nos enteraríamos que estamos exagerando, entonces no exageraríamos en ningún plano, mas que en la cabeza de los ojos del que nos ve. Y para concluir con esta filosofía barata que acaba de salir de mi, decimos que todo es relativo en el relativismo de la relatividad.
A los 11-12 años, ya son otros los "problemas" que atravesamos o las cosas que nos preocupan. En mi opinión, la pre-adolescencia es peor que la adolescencia, porque los adolescentes son un hecho, están presentes constantemente y son un peso importante en la sociedad. Siempre se habla de ellos y cuando somos niños, sabemos que nos va a tocar pasar por eso.
Los que tenemos hermanos mayores y vivimos esta etapa como espectadores de primera fila de una película de cine con subtitulos, donde los actores están tan cerca que nos marean, no llegamos a leer todo lo que dicen y por ende terminamos entendiendo la mitad de lo que pasa y creemos que nunca vamos a llegar a ser así, porque "yo? convertirme en esta clase de monstruo? Si soy re buena... a mi nunca me va a pasar". Para colmo están esas descripciones vulgares que llegamos a ver o en el colegio o en la calle o por algun amigo que muestran al adolescente como un engendro lleno de granos, mal olor y pésimo humor.
En fin, tenemos muchas herramientas para imaginar como podriamos ser en esa etapa de la vida y aun asi no podemos dar con la predicción correcta. Pero mi punto era que de la pre-adolescencia no nos habla nadie, y cuando llega es un dolor de ovarios (casi literal).
Empezas a usar corpiño y te gusta, porque te sentís grande y si son lindos como los que me compraba mamá, mejor todavía. Pero en cuanto un compañerito se entera y se ríe de eso porque se te vio el bretel por la remera, ya no te gusta tanto. Te sentís una tonta, no queres que piensen que "te haces la grande" y haces malabares para sacártelo, con la perfecta complicidad de una amiga que entiende, pero a la vez no lo que te pasa porque ella todavía no tiene que usarlos, pero lo haces para que el payaso que se rió de vos no tenga pruebas para contarle al resto del grado el nuevo chisme. Al instante te sentís incomoda, porque si empezaste a usarlo es porque se te veía fea la remera sin corpiño y ahora sabes que te queda fea. Llegas a tu casa y te convences de que no tenes que hacerle caso al gil que se quiso reír de algo natural por lo que todas las nenas pasan y que ya va a ver cuanto se va a reír cuando en unos años tenga que desabrochar uno y no sepa hacerlo porque no fue capas de reaccionar coherentemente ante la situación, para conseguir una amiga que cuando lo necesite, se lo pueda enseñar. Y ademas, sabes que lo que le pasa a él en esa misma etapa es sumamente asqueroso y no se compara con lo tuyo, pero que no lo vas a molestar con eso porque te consideras mucho mas madura que él. Y ese, ese es el momento que marca un antes y un después en tu vida frente al genero masculino.
De la adolescencia mucho no puedo hablar. Considero que para hablar de una etapa de tu vida, de la forma en que lo estoy haciendo ahora, primero hay que darla por concluida. No puedo hacer una conclusión de algo por lo que estoy pasando. Me irritan tantos cambios, me emocionan, me impacientan. Si algunas veces pienso que me gustaría volver a alguna época pasada es porque ya la viví y porque se como terminó y porque estoy contenta con el resultado que tuvo. Nunca nos gusta lo que no sabemos. Si, nos da intriga, si, nos da curiosidad, si, nos atrae y podría hacer una lista de sinónimos que digan lo mismo pero ninguno se va a acercar al verbo "gustar". Una vez me dijeron que el cerebro tiene la capacidad de recordar con mas gusto, eso mismo, recuerdos. Acepta con mas felicidad las cosas que ya pasaron, que las que están pasando. No se que tan cierto sera, pero creo que en mi se aplica bastante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario